miércoles, 28 de marzo de 2012

ESTRATEGIAS PARA REDUCIR LA POBREZA Y DESIGUALDAD EN COLOMBIA


Colombia, que ha estado históricamente entre los países más desiguales del mundo, corre el riesgo de convertirse en el primero de todos, a juzgar por algunos datos recientes.

Hay que esperar aún los datos más recientes, pero la evidencia disponible es dramática. Según Samuel Azout, alto consejero para la Prosperidad, Colombia sería hoy el cuarto país del mundo en desigualdad, con un índice Gini de 0,58 (este coeficiente es la medida técnica de la desigualdad en la distribución del ingreso, en la que 1 es lo más alto). Según datos de Naciones Unidas para 2005, con un Gini de 0,55 Colombia estaría entre los primeros del mundo, detrás de apenas un puñado de países y en el pelotón de otras naciones latinoamericanas de niveles de desarrollo mucho más bajo s, como Guatemala. Jairo Núñez, de Fedesarrollo, afirma que, según la última Encuesta de Calidad de Vida que hace el Dane, el Gini colombiano habría llegado en 2008 a 0,59, uno de los más altos, si no el más alto del planeta y, quizá, el más alto de América Latina, la región más desigual del mundo.[1]

Cuando hablamos de pobreza y desigualdad debemos tener en cuenta que no significan lo mismo, aunque se encuentran estrechamente ligadas. La pobreza se refiere a la posición socioeconómica por núcleo familiar, por tanto, de acuerdo con la Mesep, se considera en pobreza extrema o indigencia a quien tiene un ingreso mensual máximo de 78.000 pesos y en pobreza a quien cuyo ingreso no supera 190.000 pesos al mes.[2] Teniendo en cuenta esto En Colombia más de 30 millones de personas se encuentran en estado de pobreza y alrededor de 8 millones viven en estado de indigencia[3], en donde Guajira, Chocó y Cauca lideran la lista de los departamentos más pobres de nuestro país.[4]

Por otro lado la desigualdad mide otros aspectos tales, como la raza, el género, la región, las etnia, entre otras. En este caso las diferencias regionales son aún más escandalosas. El ingreso por habitante del chocoano medio es la sexta parte del de un bogotano. Una de las verdades que no encara la política pública en Colombia es el desequilibrio entre las diez principales ciudades, que crecen y son polos de desarrollo, y 800 municipios que tienen niveles de pobreza superiores al 66%. La brecha entre la ciudad y el campo viene ampliándose. Y en este, con la extraordinaria concentración de la propiedad, la desigualdad es altísima. La pertenencia a una etnia es decisiva: si el promedio nacional de necesidades básicas insatisfechas es de 27%, el de la población indígena es de 57 y el de los afros, de 66%. Ello para no hablar de la situación de la mujer, con frecuencia en el sótano de la pirámide social.[5]

Entonces la pregunta es que podemos hacer para combatir y disminuir estos índices tan alarmantes de pobreza y desigualdad en nuestro país, teniendo en cuenta que las estrategias deben estar creadas y separadas para el área rural y para el área urbana, ya que aunque las necesidades pueden llegar a ser las mismas el entorno es diferente.

Primero pensemos en las razones que causan la pobreza entre las cuales podemos enumerar:

·         Reducción en la educación
·         Falta de un trabajo estable
·         Ausencia de un vivienda digna[6]

Teniendo definidas las causales más importantes de la pobreza podemos plantear algunas estrategias para combatirlas tales como:

·         En primer lugar la educación es un factor decisivo para el futuro de cualquier persona, qué sucede en nuestro país? El presupuesto colombiano de municiones militares para guerra es casi el triple que el destinado para la educación de nuestros niños y jóvenes, por lo que al no haber un apoyo del gobierno en materia estudiantil se presenta el analfabetismo, la deserción estudiantil ya sea en nivel primaria, secundaria o universitaria, y lo que vemos a diario en nuestras calles, el trabajo infantil a muy corta edad, esto por los altos costos de la educación o por la cantidad alarmante de integrantes en un núcleo familiar lo que hace que sea casi imposible enviar a 4, 5 o 6 hijos (en algunos casos más) al colegio.

En este caso, aunque ya existe, se puede reorganizar el programa de alfabetización en hogares de pocos recursos, de forma que no sea solamente obligatorio para obtener el grado escolar también debe serlo para obtener el grado universitario. También invertir para controlar la deserción estudiantil y que todos puedan terminar sus estudios satisfactoriamente, aumentando la cobertura de la educación pública. Y por último tomar medidas mucho más fuertes para los padres que obliguen a sus hijos a trabajar en vez de estudiar.

Finalmente se debe invertir en la construcción de más colegios y universidades que estén al alcance de la población menos favorecida teniendo en cuenta que en esto está futuro del país. Con la educación de nuestros habitantes estamos combatiendo a la vez la desigualdad, ya que con un pueblo más educado vamos a tener mayor tolerancia y aceptación entre nosotros mismos.

·         Las tasas de desempleo en nuestro país son muy altas, aunque las estadísticas nos indican que ha disminuido sustancialmente en los últimos años, no se ha tenido en cuenta que la tasa de empleo informal ha crecido también. Éste desempleo tiene muchos factores entre los cuales encontramos la falta de experiencia laboral y la  falta de capacitación. Podemos observar que el encontrar un trabajo para estudiantes recién egresados de nivel técnico, tecnológico y profesional es una misión casi imposible, y la excusa que aducen en las empresas es la falta de experiencia la cual no es suficiente con las prácticasprofesionales realizadas como requisito de grado, para esto se pueden brindar beneficios económicos a las empresas que brinden la opción de obtener su primer empleo a estos jóvenes, y además brindar un apoyo para el emprendimiento y la creación de nuevas empresas.

Por otro lado dado que el SENA ofrece capacitación gratuita técnica y tecnológica, se pueden realizar conferencias de motivación en los sectores más golpeados por la pobreza para así incentivarlos a empezar su educación superior y mejorar sus oportunidades de empleo. Además de aumentar la cantidad de cupos existentes para poder aceptar el ingreso de más personas.

·         En nuestro país existen viviendas hechas de lata, cartón, plástico, y casi cualquier recurso que se pueda utilizar para cubrirse del clima, en donde en muchos de los casos, no se tiene la posibilidad de acceso a agua potable, luz eléctrica, y gas. Y en donde viven un montón de personas hacinadas. Se debe tomar conciencia de esto ampliando el acceso a los servicios públicos básicos con un subsidio parcial o total del costo por parte del gobierno o de las familiar más adineradas.

En el caso del hacinamiento, se debe al alto índice de embarazos a temprana edad.  En Colombia, “una de cada cinco mujeres embarazadas tiene menos de 18 años, una estadística muy alta para la población adolescente”[7]. Para el control de este factor se debe implementar una estrategia de planificación familiar, ofreciendo más información a los jóvenes sobre los métodos existentes para planificar y la opción que tienen de aplazar el momento de ser padres.

·         Finalmente se debe realizar una reducción de la vulnerabilidad de los pobres a la enfermedad, crisis económicas, pérdidas de cosechas, desastres naturales y violencia, y promoción de los medios que les permitan hacer frente a la desgracia cuando se produzca. La seguridad es una de las necesidades más importantes y frecuentemente olvidadas de los pobres. Otras medidas, como el microcrédito y el microseguro, los programas de transferencia de alimentos y las obras públicas, pueden ser también válidas.[8]

Debemos tomar conciencia y empezar a tomar medidas drásticas para el mejoramiento de la calidad de vida de millones de colombianos que no han tenido la fortuna de nacer en familias con dinero ni con comodidades, es más ni siquiera con la opción de poder satisfacer sus necesidades básicas, con estas estrategias aunque puede que no se solucione completamente el problema podemos disminuir un poco la tasa de pobreza en nuestro país.